Dos
grandes corrientes inmigratorias poblaron de valencianos la provincia argentina
de San Juan: la primera comenzó a fines del siglo XIX y terminó
a principios del XX, y la segunda se produjo a mediados de la pasada
centuria. Además de su carácter alegre y bullicioso, los valencianos han
aportado a la sociedad sanjuanina valores tales como su
inquebrantable honradez unida a una proverbial capacidad emprendedora y un
espíritu de sacrificio que no se deja vencer por las dificultades.
Los
valencianos que fueron a San Juan procedían en su mayor parte de pueblos de la
comarca de la Marina Alta: Xaló, Llíber, la Vall de Laguar, Pedreguer,
Pego, Gata de Gorgos, Dénia, Benissa, etc. La profunda crisis
económica que afectaba a aquellos municipios obligó a numerosas familias a
dejar su tierra para buscar nuevos horizontes más prometedores. Algunos
emigrantes llegaron con metas y trabajos definidos, pero la mayoría se
instalaron en esta nueva tierra de acogida sólo con la fe y la esperanza de que
Dios iluminaría su futuro.
En
San Juan, aquellos valencianos se establecieron preferentemente en zonas
agrícolas y se dedicaron a trabajar el campo. Transcurrido más de medio
siglo de permanencia en tierras sanjuaninas, un grupo de valencianos vio
la necesidad de aunar criterios y crear una agrupación que los mantuviera
vinculados. Fue así como los valencianos y sus descendientes comenzaron
una serie de reuniones en la casa de don Miguel Reus Molines, quien
gustosamente la había puesto a la disposición de aquéllos. Estas
reuniones, desde un principio, tuvieron características especiales, no
sólo contaban con la presencia de los varones, sino también de sus
familias; además, al final de cada reunión se redactaba un acta, dando
forma a esa nueva institución que iba a integrarlos.
Corría
el año 1969 y, precisamente el 27 de agosto, se fundó el Centro Valenciano
de San Juan, una institución que surgió con el fin de mantener las tradiciones
y costumbres valencianas y compartirlas con los pobladores de esta provincia,
que tan cordialmente los había albergado cuando llegaron desde su tierra
tan distante. El primer objetivo era darle un nombre a la institución que
los representara y, por unánime decisión de los asistentes, se la
denominó "CENTRO VALENCIANO DE SAN JUAN".
Como todo ente organizado,
éste también debía tener unas personas que dirigieran sus destinos, y así se
creó el Primer Triunvirato integrado por: don Miguel Reus Molines
como presidente, don José Garcés como secretario y don Venancio Berenguer
como tesorero, a los que secundaron todos los valencianos que compartían
la idea de asociarse. Luego, se elaboraron los Estatutos Sociales para que
determinaran los deberes y obligaciones de los que iban a convertirse en
sus afiliados. La aprobación de los mismos se efectuó el 11 de setiembre
de 1969 y de inmediato se formó la primera Comisión Directiva Provisoria,
puesto que el ímpetu y entusiasmo de los miembros de la institución la
hacía crecer a pasos agigantados. La misma quedó constituida de la
siguiente manera: presidente: don Miguel Reus Molines; vicepresidente:
don Melitón Torrent; secretario: don José Garcés; prosecretario: don Jesús
Pérez Conca; tesorero: don Venancio Berenguer; protesorero: don Emilio Lillo;
vocales titulares: don Pedro Amorós; don Joaquín Mulet; don Jaime Vallés y
don José Ballester; vocales suplentes: don Ángel Martí; don Joaquín Gisbert;
Agustín Miralles y don Silvio Pérez Font.
En
ese mismo mes de octubre se abrieron las inscripciones para la suscripción
de socios, y ésta tuvo una amplia respuesta, ya que en la primera reunión
se aprobaron 141 solicitudes de asociados. Con este panorama tan alentador
y para no seguir abusando de la buena voluntad de la familia Reus que
cedía con gusto su casa, se puso en estudio el alquiler de un lugar donde
pudiera establecerse la sede del Centro Valenciano de San Juan, y fue así
que el 6 de noviembre de 1969 se alquiló el salón de calle Tucumán 349 sur
de la capital. Luego de realizarse unas refacciones, se habilitó el 13 de diciembre
y comenzó a funcionar allí la sede administrativa de la institución y una
confitería. La fiesta de inauguración de la sede social contó con la
presencia de las más altas autoridades del gobierno de la provincia y más
de ochocientas personas, las que disfrutaron de un imponente pasacalle,
fuegos de artificio y de la exquisita paella valenciana.
Es
de destacar que muchos de estos logros se hicieron posibles por donaciones
de los integrantes de la Comisión Directiva, aportes de socios y el
incansable trabajo de la Subcomisión de Fiestas y Comisión Juvenil que
fueran creadas en su momento. El primer año que se festejó la máxima
fiesta valenciana, es decir, Les
Falles, Festa de sant Josep,
fue el 20 de marzo de 1970. En la misma se eligió la primera Fallera Major, la Srta. Rosmari
Galiana. El 2 de setiembre de ese mismo año, se fundó la Biblioteca de la
institución, gracias al aporte de libros donados por la comunidad y
muy especialmente por la Biblioteca Franklin.
El
29 de noviembre de 1970 se realizó la Primera Asamblea General Ordinaria
con la autorización de Inspección General de Personas Jurídicas, quien
otorgó, bajo el número 2.771/G, el carácter de Asociación Civil con
Personería al Centro Valenciano de San Juan. En esta asamblea quedó
constituida la primera Comisión Directiva oficial, de la siguiente manera:
presidente: don Miguel Reus Molines; vicepresidente: don Emilio Lillo;
secretario: don Salvador Plana; prosecretario: don Héctor Sastre;
tesorero: don Venancio Berenguer; protesorero: don Juan Vallés;
vocales titulares: don Juan Roca y don Joaquín Mulet; don Ángel Martí y
don Joaquín Gisbert; vocales Suplentes: don José Primo, don José Garcés, don
Bautista Monserrat y don Ismael Soliveres; revisores de cuentas: don Jesús
Pérez Conca, don Antonio Reus y don Francisco Ginestar.
Luego
de estos primeros pasos, continuaron años en que la Comisión Directiva
comenzó a forjar las bases de una gran institución. Largas reuniones y
permanentes debates lograron el crecimiento y ordenamiento del Centro
Valenciano; pero no sólo por el trabajo de sus directivos sino también por
la loable labor de su Comisión de Damas y Comisión Juvenil, quienes
aportaban permanentemente su trabajo e ideas, las cuales eran receptadas
en la Comisión Directiva con el mayor de los gustos. Así transcurrieron
los años 1971, 1972 y 1973, donde el trabajo no se reflejó en grandes
obras puesto que fue de tipo estatutario y de orden, pero no menos
meritorio, dado que se forjaban los cimientos del crecimiento. En esos
años se formó el equipo de pelota paleta, con lo que la juventud
demostraba no sólo su interés social sino también el deportivo. Asimismo,
se mantuvo permanente relación con entidades de la colectividad española,
con el Consulado General y Viceconsulado de España, con el Gobierno de la
Provincia y con la población sanjuanina. A fines de 1973 se llevó a
cabo una de las premisas más importantes que tuvo la institución: la
adquisición del terreno propio, sito en calle General Acha y República del
Líbano, Departamento Rawson, a pocos minutos de la Ciudad Capital. De
inmediato, se multiplicaron los esfuerzos para comenzar las obras y
satisfacer las necesidades de sus asociados.
Actualmente
el Centro Valenciano de San Juan, que desarrolla sus actividades en un
predio de unas tres hectáreas, cuenta con un número aproximado de tres mil
quinientos asociados distribuidos en unos en unos quinientos cincuenta
núcleos familiares, agrupando a hijos, nietos, bisnietos y amigos de
valencianos dispersos en el Valle de Tulúm de la Provincia de San
Juan. El Centro Valenciano de San Juan es una de las instituciones socio-culturales
más importantes de nuestra provincia y de la región de Cuyo, con un
gran reconocimiento dentro y fuera de nuestra provincia.
Autor:
Mariano Ernesto Mestre
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